Lo que no sabes
es que al quererme
me salvarías.
No sé si sabes
que esas rimas
hablaban de ti.
Y yo no sé
si al no decirte
te mentí.
Lee esto sabiendo
que te quiero
y que no te creí
porque todas esas cosas
significaban mucho más
para mí.
Jillian no escribe igual
–a nadie–
desde que decidió alejarse.
Tememos que no mientas
y que nunca vengas
y que no me salves.
Me vendría bien equivocarme
y que sí, vinieras
–mejor muy temprano
que muy tarde–.