Parte I
Querido amigo:
Me faltan palabras,
me sobran excusas,
me falta paciencia
y me sobra locura.
Me sobra también rencor;
ese que aseguraba no sentir.
Hay tantas cosas que prometí
y tan pocas que pude cumplir
que a este paso me pareceré a ti.
Las canciones llenan
mi falta de lengua
y todas hablan de olvido
(¡Como si su corazón fuese
simplemente a quedarse dormido!),
todas describen la amargura
que siento que no se irá nunca.
Ahora quieres a alguien más;
quiero a alguien más.
Éste es el desenlace que escribiste;
yo nunca lo quise.
Querido amigo…
¿Hermano?
Sí, claro;
una excusa para no despreciarte tanto.
¿Leer juntos?
Cada coma y cada punto.
Cómo eres bruto.
Querido amigo,
ojalá seas feliz,
muchísimo mejor si no es conmigo;
mejor hazle a alguien más la vida
un infierno frío.
