Nostalgia por el porvenir

¿Alguna vez
sentiste nostalgia
por lo que aún no pasa?
Me encontré por la noche
anhelando la mañana
para seguir pensando
en borrar las líneas del mapa
que nos separan.
Durante el día,
con la mirada perdida en la pared
y la mano inmóvil sobre el papel
cierro mis ojos, imaginando que te ven.
Cada vez que veo el atardecer,
mi ciudad me grita febril
que así de brillante y misterioso
es lo que está por ocurrir.
Y no sé qué me pasa,
que me siento triste, y feliz.
Siento nostalgia
por el porvenir.
Siento nostalgia
por ese momento en que estés aquí,
y te vea a los ojos y las palabras no hagan falta.
Siento nostalgia
por los inviernos sin frío,
nuestras manos entrelazadas,
el sol invitándonos a salir de casa,
descubrir que mi hogar es cuando me abrazas,
y todo eso que todavía no pasa.

12:22 a.m.

Dejé la luz prendida
y la ventana abierta
para que no te pierdas
cuando vengas.

Cuando vengas,
trae contigo algo de alegría;
la mía se la llevaron los días.

Cuando te vayas,
y si te queda tiempo,
dame un beso
que se lleve todas las palabras
y las metáforas que le escribí al viento
que no significan nada.
Recuérdame por qué sigo insistiendo
en que la vida
es más que recuerdos
que se irán un día.

Cuando vengas
no te vayas,
y cuando te vayas,
regresa.