No somos iguales
pero me has mantenido despierta
hablando de nuestras creencias,
de amor, de la vida y hasta de ciencia
y son nuestras dichosas diferencias
las que se han llevado mis males.
Yo vivo de día y tú de noche
pero he aprendido a quererte
cuando el cielo se aclara
y cuando se oscurece;
justo antes y después de tu jornada.
No somos iguales
pero creo que mi mano encajaría en tu mano
cuando caminemos lado a lado.
Diría la gente
que no somos iguales.
De hecho, somos completamente diferentes.
Por eso tú también dirías
que no funcionaría un "nosotros" nunca,
que tu naturaleza me lastimaría
y no sé qué otras excusas.
Mientras todo eso
sea más importante
jamás podremos ser iguales.