martes, 24 de febrero de 2015

Piénsalo…

Dame una oportunidad.
Necesito tiempo y espacio para demostrarte lo que siento, porque las letras ya no bastan y, de todas formas, creo que hablamos un idioma diferente.
Dejémonos de metáforas por hoy; ni ésas ni los piropos funcionan contigo.
Tú eres mi Shangri-la, pero decírtelo por este medio no sería lo correcto.
Olvida la versión de mí que conoces por un día y déjame mostrarte quién soy fuera de esos muros en los que estoy condenada a verte siempre. Esperaré si es necesario a salir de ellos y encontrarte fuera por casualidad. Tal vez entonces, en nuestra conversación deliberada, te des cuenta de que somos la versión del otro en el mundo respectivo… que somos completamente distintos, pero a la vez, iguales. Que hay un vínculo entre nuestros mundos que no has visto y que no te arrepentirás de seguir.

Sólo considera que quizá tenga razón.