Cuando tenga la ocasión
y me dejes acercarme,
buscaré constelaciones en tus ojos
y melodías en tu voz.
Iremos de paseo
por el mundo que tu música
hace tiempo me inspiró.
Te contaré los cuentos
que tu mano, sin querer, escribió.
Te refrescaré con trazos y versos,
y te cobijaré con abrazos y besos.
Suena demasiado cursi para lo que es;
no existe nada entre nosotros, lo sé,
y mi corazón rebota, sin embargo.
Aquí hay algo,
¿lo escuchas? ¿Lo ves?
¿Lo sientes también?