Cómo me encanta sufrir. ♥
|
Y desde entonces te sigo esperando (Perla Janeth Juárez) |
No, no vengo a pedirte perdón. Yo no hice nada malo.
...pero...
Es que... es que me parece extraño...
Que literalmente de la noche a la mañana me hayas desaparecido de tu vida... ¿Sabes? Tuve qué investigar qué había pasado contigo, por qué de repente me odiabas o si, no sé, habías muerto o algo. Seguramente recuerdas que te hablé y tú solamente me dijiste que no querías saber nada de mí, sin una razón. Yo sólo quiero que me digas qué te hice, porque francamente no lo recuerdo, y solucionarlo... pedirte perdón, no sé. Es que me importas demasiado, y para mandarte a volar necesito más que simple valor; necesito dejar de quererte, y luego de todo lo que pasamos, creo que será difícil sacar de mi mente la idea de que quien una vez consideré un gran amigo ahora me desprecie tanto, por una razón que no conozco. La incertidumbre no me deja pensar con claridad en ocasiones. ¿Qué te pude haber dicho, tan malo que simples palabras escritas te ofendieron? No sé, y no me lo quieres decir, y no lo harás nunca. Y nunca escribiremos juntos de nuevo, y nunca nos contaremos lo que nos pasó en el día ni nos quejaremos de cosas simples; cosas de adolescentes. Nunca voy a saber más de ti, y por lo tanto, ni tú de mí. El hecho es tan frío como tú conmigo. Es una lástima para mí, no sé si para ti, que vaya a hacer como que estás muerto. La diferencia es que no puedo llorar ni asistir a un funeral, sólo contenerme y no hablarte más, no buscarte ya...
¿Qué he hecho mal? ¿Qué es lo que siempre hago mal? ¿Por qué siempre todos me olvidan, me abandonan, me desprecian? ¿Inspiro odio o simplemente son honestos conmigo? Quisiera que me durara para siempre un amigo, sólo uno, que me quiera como yo a él. Yo por momentos pensaba que gracias a la distancia llegaría un punto en el que dejaríamos de frecuentar al otro... Pero, ¿cómo hubiera sabido que ese momento llegaría tan pronto? ¿Por qué te fuiste de mi vida tan rápido? Y si te hubiera dicho, ¿te hubieras quedado? Hubiera sido divertido. Apuesto a que si aún habláramos, ambos estaríamos riendo a carcajadas de las estupideces del otro...
Pero no, decidiste ser uno más de los amigos que me abandonan, de los que tanto te contaba.
Eres ya uno más...
Pero, ¿a quién engaño? Te extraño cada vez más...
Vuelve pronto, o no vuelvas jamás...
Eso tú lo decidirás.