Dejé la luz prendida
y la ventana abierta
para que no te pierdas
cuando vengas.
Cuando vengas,
trae contigo algo de alegría;
la mía se la llevaron los días.
Cuando te vayas,
y si te queda tiempo,
dame un beso
que se lleve todas las palabras
y las metáforas que le escribí al viento
que no significan nada.
Recuérdame por qué sigo insistiendo
en que la vida
es más que recuerdos
que se irán un día.
Cuando vengas
no te vayas,
y cuando te vayas,
regresa.

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