
Tú eres ese verano
del que todos hablan.
Efímero, cálido, claro...
Vienes igual que te vas,
y regresas una vez más.
Ven conmigo, pero calla,
pues ya no sé qué pasa.
Dímelo con una mirada,
con una caricia y no una carta.
No uses más palabras.
Usa tu boca para besarme solamente,
así, como todas esas veces...
sólo... sólo vuelve.
Sólo déjame quererte.
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