Vivir cuesta

Quisiera no necesitar dormir;
sobretodo en las noches que no concibo el sueño.
Pienso que sólo perdemos el tiempo,
que no tiene sentido
y es frustrante no poder reprimirlo.

Quisiera no tener que comer;
es difícil hacerlo bien.
Poco es demasiado
y no puedo controlarlo.

Quisiera no depender de respirar,
no tener un corazón que se detendrá
si no dejo al aire entrar.

Quisiera no depender de nada
para vivir,
pero no quisiera no necesitarte a ti,
porque ninguna necesidad me ha llenado así,
porque la vida se va,
pero mi amor por ti
seguirá.

Las cosas que quiero para Navidad

Quisiera poder dibujar
para plasmarte las mil palabras
que a un poema
no le puedo contar.
Quisiera tener un avión
y llevarte a volar
y veas en el cielo,
en su inmensidad,
todo lo que yo te quiero.
Quisiera tener muchos más talentos
para que estuvieras orgulloso de ellos.
Quisiera que el tiempo pasara más lento
cuando estás conmigo.
Quisiera que no nos quedáramos dormidos
y vivir por la noche contigo.
Quisiera estar segura de algo
para poder jurarlo,
pero sólo se me permite saber
que un día todo se va a acabar;
por eso sólo hay una cosa que te puedo jurar:
estaré contigo hasta el final.

No sé qué pasa

No sé qué pudo haber sido
pero revivió mis sueños dormidos.
No sé cómo lo hizo
pero mi hogar se volvió un "contigo".
Todavía no lo concibo,
pero está pasando todo esto
y no puedo detenerlo
y no quiero hacerlo.
Tal vez fueron sus ojos
o la manera en que cambia su brillo
cuando está conmigo
o su voz de secretos y promesas
o la manera en que su cuerpo
encaja con el mío.
No sé qué pasa
ni por qué me derrite
cuando me habla.
No sé que es;
quizá algo en sus labios
su pecho, sus manos
o en toda su piel.
No sé por qué tengo todo esto
o qué hice para merecerlo
pero me enamoré
y ya no tiene remedio.

Eres todo

Eres todo.
El café de tus ojos
es el café que bebo en la mañana
para que el sueño no me deje
perderme de nada.

Eres todas las cosas que me hacen reír
y las que me hacen llorar,
pero desde que llegaste no estoy triste;
todo se traduce a felicidad.

Eres mi alimento,
la lluvia, el viento,
la luna, el sol,
el agua y alcohol
y calientas mi espalda
y riegas mi alma
y me revives y me matas.

Eres la luz que se llevó mis ojeras
y lo que me devolvió la voz como una medicina
y lo que llenó mi pluma otra vez de tinta.
Eres todo.
Eres mi vida.

De verdad

Tu sonrisa me encanta...
de verdad,
me deja congelada;
sólo quiero mirarte
y congelar el momento
y conservarlo para verlo
todo el tiempo.

Me fascina estar contigo...
de verdad,
me causa fascinación
que tomes todo lo que sé
y lo invalides sin querer
y me recuerdes, de verdad, quién soy.

Me conquistas por completo,
porque de verdad,
nadie más
me había inspirado estos sentimientos.

Nadie me enseñó
que las palabras que puedo escribir
son sólo un pequeño agujero
por el que puedes espiar cuánto,
en verdad,
siento.
Y te quiero,
de verdad,
más allá de los cuentos
y lo que todos los lenguajes
pueden expresar.

Las formas del amor

El amor viene en forma
de un café por la mañana
y un té en la madrugada.
Lo he visto disfrazado
de un suéter de lana
en un frío invierno, dentro de casa
y una camisa holgada
en verano, en la playa.
Incluso pude respirarlo
en el silencio y la calma
de una noche estrellada.
El amor viene en forma de la música
que mueve algo en tu interior,
de un mundo que deja de ser aterrador
cuando sale el sol.

Un par de ojos negros
de sonrisa eterna
me enseñaron que el amor
no siempre es como lo esperas.
A veces viene en forma de paciencia,
de una voz distante con una promesa,
de un atardecer perfecto,
de un cuaderno con versos,
de un deseo
de dejarlo todo
por un beso.

Él es mi música y mi silencio,
mi café, mi noche y mi sol.
Viene en muchas formas, el amor,
y aunque yo esperaba muchas cosas
me sorprendió.
El amor viene en muchas formas
y él es la mejor.

Nostalgia por el porvenir

¿Alguna vez
sentiste nostalgia
por lo que aún no pasa?
Me encontré por la noche
anhelando la mañana
para seguir pensando
en borrar las líneas del mapa
que nos separan.
Durante el día,
con la mirada perdida en la pared
y la mano inmóvil sobre el papel
cierro mis ojos, imaginando que te ven.
Cada vez que veo el atardecer,
mi ciudad me grita febril
que así de brillante y misterioso
es lo que está por ocurrir.
Y no sé qué me pasa,
que me siento triste, y feliz.
Siento nostalgia
por el porvenir.
Siento nostalgia
por ese momento en que estés aquí,
y te vea a los ojos y las palabras no hagan falta.
Siento nostalgia
por los inviernos sin frío,
nuestras manos entrelazadas,
el sol invitándonos a salir de casa,
descubrir que mi hogar es cuando me abrazas,
y todo eso que todavía no pasa.